Nuestro cerebro produce impulsos eléctricos (potenciales de acción) que viajan a través de nuestras neuronas. Estos impulsos eléctricos producen ritmos que son conocidos como ondas cerebrales. Los impulsos eléctricos son información que viaja de neurona a neurona haciendo uso de cientos de miles de ellas para lograr transportarse y ejecutar una función determinada. La actividad de las ondas cerebrales puede ser observada por un electroencefalograma o EEG.
Desde la invención del EEG se han producido numerosas investigaciones que han estudiado la relación entre las ondas cerebrales y los diferentes estados de conciencia. Sabemos que los diferentes patrones de ondas cerebrales se relacionan con diferentes estados de consciencia, tales como concentración intensa, estado de alerta (despierto), sueño profundo, sueños vívidos, somnolencia, relajación, hipnosis, estados alterados de conciencia, etc.
Existen cuatro tipos principales de ondas cerebrales: alfa, beta, theta y delta. A continuación, se describen estos diferentes tipos de ondas cerebrales, en orden de mayor a menor actividad.
Ondas Beta
Se producen cuando el cerebro está despierto e implicado en actividades mentales. Son ondas amplias y las de mayor velocidad de transmisión de las cuatro. Denotan una actividad mental intensa. Cuando una persona está dando un discurso, estudiando, realizando un problema de matemáticas, etc. su cerebro se encuentra emitiendo este tipo de ondas.
Ondas Alfa
Alfa representa un estado de escasa actividad cerebral y relajación. Estas ondas son más lentas y de mayor amplitud que las beta. Una persona que ha terminado una tarea y se sienta a descansar, se encuentra a menudo en un estado alfa; así como la persona que está dando un paseo, disfrutando del paisaje.
Ondas Theta
Son ondas de mayor amplitud y menor frecuencia. Se alcanzan bajo un estado de calma profunda. La persona que está fantaseando (o soñando despierta), se encuentra en este estado, así como la persona que, tras conducir un rato, de repente se da cuenta de que no recuerda como ha hecho los últimos kilómetros. Se dice que es un estado de inspiración de ideas y soluciones creativas. Se trata de un estado en el que las tareas realizadas se han automatizado, ya no se necesita tener un control atencional y consciente de su ejecución. Es decir, que su mente esté en “otro sitio” (a veces decimos “en la luna”)
Ondas Delta
Son las ondas de mayor amplitud y menor frecuencia. Nunca llegan a cero, pues eso significaría la muerte cerebral. Se generan ante un estado de ‘sueño profundo’.
Cuando nos vamos a dormir, las ondas cerebrales van pasando sucesivamente de beta a alfa, theta y finalmente, delta. Durante el sueño se producen ciclos que duran unos 90 minutos.
Cuando una persona despierta de un sueño profundo, la frecuencia de sus ondas cerebrales se va incrementando progresivamente, pasando de delta a theta, luego alfa y finalmente, beta. Durante este proceso de despertar, no es extraño que una persona permanezca en un estado theta durante un tiempo (por ejemplo, unos 15 minutos). Esto le permitirá tener un libre flujo de ideas, lo cual puede aportarle soluciones, ideas nuevas o nuevos puntos de vista, siendo este un estado especialmente creativo y productivo.
Hay dos momentos del día que son los más propicios para la meditación: justo antes de acostarse por la noche y justo después de levantarse por la mañana. Esto se debe a que cuando te duermes, pasas de forma natural por todo el espectro de estados de ondas cerebrales:
1.- Pasas del estado beta de vigilia hasta el estado alfa más lento cuando cierras los ojos.
2.- Del estado theta más lento cuando estás medio dormido y medio despierto.
3.- Y al estado de ondas cerebrales delta del sueño profundo.
Cuando te despiertas por la mañana, haces lo mismo a la inversa: subes de delta a theta a alfa y a beta, donde estás completamente despierto y consciente.
Así que si meditas cuando te preparas para dormir o cuando acabas de salir del sueño, es más fácil caer en las ondas cerebrales alfa o theta y estás más preparado para estar en un estado de relajación y calma, estás en un estado de inspiración de ideas y soluciones creativas. Se podría decir que la puerta dela mente subconsciente está abierta durante estos dos tiempos.
Personalmente, prefiero meditar por la noche, pero cualquiera de los dos momentos está bien. Escoge lo que funcione mejor para ti, y luego se constante.
Si puedes meditar todos los días, se convertirá en un buen hábito y será algo que esperaras y necesitaras cada día.
Y tú, ¿Con qué frecuencia meditas? ¿Prefieres meditar por las mañanas o por las tardes?